«Durante mucho tiempo no hubo mucho saber sobre la Semana Trágica de 1919, no más de lo que los periódicos anarquistas si-guieron denunciando y de lo que se transmitía oralmente entre las víctimas y entre adherentes a las ideas libertarias. Y así siguió sucediendo por cuatro décadas: casi ningún libro, testimonios dispersos, insuficiente ensamblaje de datos dispersos. Los hechos parecían sentenciados a perpetuarse en el pie de página, como misterios del subsuelo. Pero en verdad ya existía un testimonio, el más significativo de todos, un libro titulado Koshmar –Pesadilla–, publicado en 1929 y en lengua idish. Transcurriría medio siglo hasta que se tradujera al castellano. El autor se llamaba Pinie Wald, periodista de una publicación judía y hombre de ideas socialistas, quien inverosímilmente fue acusado por la policía de ser el Presidente de la Repú-blica Maximalista Americana. Su libro es una crónica del asalto a las casas y comercios de judíos, y también de su propio martirio, pues fue arrestado y torturado. Quien lo lea sólo deseará poder cerrar los ojos.». Christian Ferrer.